En un emotivo acto cargado de simbolismo, se anunció que la periodista Cristina Pacheco recibirá un homenaje nacional en el prestigioso Palacio de Bellas Artes a principios de 2024. Este anuncio fue acompañado por la liberación de un centenar de palomas blancas, una conmovedora despedida para quien dejó una huella imborrable en el periodismo televisivo y la narrativa mexicana. Cristina Pacheco falleció a los 82 años, pero su legado perdurará en la memoria de quienes tuvieron el privilegio de seguir su obra.
El adiós a esta destacada escritora, periodista, narradora, editora y conductora de televisión fue marcado por un significativo gesto: el lanzamiento de cien palomas blancas, un símbolo de paz y libertad. Mientras las aves alzaban el vuelo, resonó un emotivo «¡Viva Cristina Pacheco en nuestros corazones!», seguido de una prolongada ovación que expresó el cariño y respeto hacia esta extraordinaria mujer.
Cristina Pacheco se destacó en el periodismo televisivo con su programa Aquí nos tocó vivir, transmitido por Canal 11. Su enfoque único y su habilidad para capturar la esencia de la vida cotidiana en México la convirtieron en una figura icónica. Su legado va más allá de la pantalla; se sumerge en la crónica literaria y visual de un México que ella exploró y describió con maestría desde la cercanía.
Lucina Jiménez, directora del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), se acercó a la funeraria para expresar sus condolencias a las hijas de Cristina Pacheco, Cecilia y Laura Emilia. Jiménez anunció que el homenaje en Bellas Artes se llevará a cabo en colaboración con la familia, aunque la fecha exacta aún no ha sido confirmada. Destacó que la Coordinación Nacional de Literatura del INBAL ha estado trabajando en la compilación del extenso trabajo de Pacheco, respetando los derechos de autor y la visión de la familia.
«Queremos reflejar esa cercanía con la realidad cotidiana de México. Trabajaremos de la mano con Canal 11 y el periódico La Jornada, su casa. Creemos que va más allá de la literatura; hay una visualidad reflejada porque ella trabajó con el corazón y con la pluma en la mano», afirmó Jiménez.
Una sorprendente despedida se llevó a cabo gracias a Silvia Velázquez Martínez, una colombófila dedicada a la cría de palomas mensajeras. Martínez llegó a la funeraria con aproximadamente 120 palomas para rendir homenaje a Cristina Pacheco, una mujer excepcional que la entrevistó hace tres años y medio. La liberación de estas aves simbolizó un tributo único y conmovedor a la legendaria periodista.
Previo a la cremación, un mar de aplausos envolvió la despedida de Cristina Pacheco. Mientras los arreglos florales se movían y las coronas eran retiradas, la canción «Viajera» de Luis Arcaraz resonó en el ambiente, interpretada con emotividad por uno de los seguidores de Pacheco. Así, con esta última melodía, se cerró un capítulo en la vida de la reconocida periodista, dejando un legado que trascenderá generaciones.